«Ama el arte. De todas las mentiras es la menos falaz»

Gustave Flaubert


jueves, 10 de febrero de 2011

Tenemos un email

'Cada siete olas' (Alfaguara)


Por Julio Palacio.

Me pide Silvia que haga la reseña de la segunda parte de un libro que ella ya ha reseñado. Al principio le digo que sí pero luego, cuando me quedo solo en casa, me pregunto si será buena idea. Al fin y al cabo yo soy un tío, y se supone que los tíos no leemos literatura “romántica”. Uso las comillas porque sinceramente yo no soy experto en libros, y no sabría dentro de qué género clasificar Cada siete olas (Alfagura), de Daniel Glattauer. La continuación de Contra el viento del norte (Alfaguara).

Leo y Emmi, tras un periodo de silencio, retoman el contacto y vuelven a enviarse emails de manera diaria. Han pasado meses intentando saber por qué, si no se conocen, tienen, sin embargo, necesidad de hablar el uno con el otro. Frente a la pantalla de su ordenador pueden ser ellos mismos aunque, como siempre, su vida real pesa demasiado. Pero ambos están cansados. Poner fin a su historia no ha funcionado, y las obligaciones, las rutinas, la racionalidad, no han conseguido separarles. Entonces ¿qué se supone que tienen que hacer?

En torno a esta cuestión girará ahora su historia que, como ya pasó en la primera parte, formalmente se desarrolla a través de su correspondencia electrónica. Glattauer da los giros de muñeca necesarios para que mantengamos la atención hasta el final, para que no nos aburra una trama que, al que más o al que menos, puede resultarle familiar. Porque ¿quién no ha escrito alguna vez un e-mail? ¿Quién, ante ciertas palabras, no ha tenido ganas de atravesar la pantalla y abrazar, besar, querer, a su interlocutor?

Cada siete olas no es, a priori, literatura exquisita. Mi opinión es que nadie hablará de este libro pasados diez o quince años pero leyéndolo tampoco se pierde tiempo. Yo, cuando lo terminé, se lo dejé a mi novia y creo que, desde entonces, me quiere un poco más. Supongo que es eso: un libro con el que entran ganas de querer y que te quieran.



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