«Ama el arte. De todas las mentiras es la menos falaz»

Gustave Flaubert


jueves, 10 de marzo de 2011

El placer de recordar

'Sobre la felicidad a ultranza' (Periférica)


Supongo que ya os habréis dado cuenta de mi especial debilidad por la literatura sin pretensiones, por los libros que surgen por mera casualidad o por la más asombrosa genialidad de ciertas personas que, el día menos pensado, les da por convertirse en autores. Muchos criticarán esta teoría mía y dirán que no hay nada que surja por que sí, y que tras una apariencia de encadenadas contingencias, se encuentra el maquiavelismo de ciertos tipos y tipas con la intención de hacerse ricos a base de vender libros. Sin embargo, esa diminuta línea que separa la literatura casual de la vanidad cocinada es lo que marca la diferencia, en mi opinión, entre una obra y un producto.

A mí me ha bastado recibir un ejemplar de Sobre la felicidad a ultranza (Periférica), para darme cuenta de que su autor, Ugo Cornia, era uno de mis autores preferidos. Tuve la suerte de acercarme a esta novela (publicada ahora por primera vez en castellano) cuando estaba en Florencia, cuando mi vida discurría a tal ritmo en el que vivir se había convertido, prácticamente, en un acto inconsciente. Tras leer este libro de Cornia recuperé, en gran medida, la tranquilidad que me hacía falta para darme cuenta de que, incluso en un círculo vicioso protagonizado por la tristeza y los dramas, se puede encontrar la energía necesaria para ser feliz.

Sobre la felicidad a ultranza es uno de esos libros que, cuando los terminamos de leer, nos dejan la sensación de querer ser mejores personas. De mirar a nuestro alrededor con otros ojos y, de alguna manera, perder el miedo a afrontar ciertas cosas de frente. Esta es una novela cargada de optimismo y de ganas de vivir, a la que el lector se va enganchando página tras página y de la que le costará mucho desprenderse. Porque el tono autobiográfico (en realidad indefinible) de Cornia, hace que sus recuerdos bien puedan ser los nuestros, que su existencia guarde asombrosos paralelismo con la nuestra y con la del resto de la Humanidad.

Me gusta que Cornia hable con aliento de la muerte de los seres queridos. Me gusta que hable de su tía y de sus padres con la misma naturalidad que lo hace de antiguas ex novias. Me gusta que hable de lo misteriosa que resulta la mente humana, y la facilidad con la que nuestra memoria olvida, para después recuperar, momentos que en su día pensamos que serían inolvidables. Yo había perdido en mi cabeza la convicción de que Ugo Cornia era uno de los pocos escritores contemporáneos que podrían estar incluidos en la lista de Autores a los que hay que leer antes de morir. Es apasionante que la publicación en español de Sobre la felicidad a ultranza me haya hecho volver a recordarlo.

7 comentarios:

  1. Tiene buena pinta, lo compraré cuando vaya por España (cuestán más los gastos de envío que el libro!). Sólo por curiosidad, ¿quién más hay en la lista de "Autores a los que hay que leer antes de morir"?

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  2. Pues no sé si tengo capacidad para ser yo la que elabora la lista... Yo metería (sin duda) a Martin Amis, a Hornby, a Murakami, a Corsia,..., y a alguno más), pero es mi humilde opinión.

    Gracias por leerme, y a ver si te animas a escribir algo desde la parte del mundo en la que estes.

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  3. Tiene buena pinta este libro sí... Sin duda tengo que ver si me hago con él.
    Y una cuestión, ya que no me contestaste en la otra entrada...
    ¿has leído "Se lo que estás pensando" de John Verdon? Yo lo estoy leyendo y me parece muy intrigante, igual te gustaría! y si lo has leído, qué te parece?
    Un saludoo ;)

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  4. ¡Hola de nuevo!

    No, no lo he leído, aunque lo tengo por alguna parte de la estantería... Tengo que reconocer que la novela negra no está entre mis géneros preferidos (a excepción de algunos doctos, como es el caso de Patricia Highsmith, por ejemplo)... ¿Por qué no lo terminas y cuando lo acabes escribes algo? O bueno, la otra opción es ponerlo en mi lista de espera y opinar yo... ¡Creo que la primera es la mejor opción! jajaj

    Un abrazo y, de nuevo, gracias por leerme.

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  5. ¿Y no hay ninguno español? Tranquila que no te voy a decir Cervantes pero ¿y Javier Marías? ¿Juan José Millás?

    En dónde yo vivo cuando no llueve hace frío, y cuando no hace frío... llueve. La gente lleva siempre encima una prisa intransigente.

    A ver si me animo y escribo una reseña aunque yo soy más de escribir para no volverme loco que de escribir críticas.

    Saludetes.

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  6. Por cierto que Martin Amis es de los que suelta en las entrevistas que no lee a sus contemporáneos que no quiere perder el tiempo (y se queda tan pancho). También el padre (Kingsley Amis) decía que el hijo era un amateur así que supongo le viene de familia...

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  7. Bueno, la arrogancia (depende de cómo se represente) puede ser un gran problema... De hecho, hay un libro ('En el poder y en la enfermedad') sobre el que escribí un artículo para un periódico nacional, que explicaba cómo afectaba el poder a ciertas personas (técnicamente, se conoce como "síndrome hybris"). Si estás interesado lo puedo intentar recuperar... En cualquier caso, a lo que iba, que mientras esa arrogancia únicamente le perjudique a él...

    ¿Españoles contemporáneos? A Marías, a Millás... ¡Uf! ¡Me costaría! ¿Aceptamos Gopegui como animal acuático?

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